domingo, 22 de abril de 2012

El ‘9’ y la Diferencia Entre la Necesidad y la Conveniencia

Fútbol y tetas grandes. ¡Este blog lo tiene todo!
El día era perfecto. Sol, arena y mar, como dice la canción. Amigos todos y con cerveza en mano, disfrutando de una distendida tarde de vacación. El escenario era casi perfecto, y lo poco que faltaba se acercaba con paso firme a la distancia. La silueta de dos féminas vestidas de gloria. Por muy poco, sí, pero vestidas al fin. Bendito sea el día en que nació ese convencionalismo social que permite a la mujer exponerse en ropa interior sin el juicio del vulgo cuando está protegida detrás de la muralla oceánica. Una, Martha, con la piel apiñonada, perfecta de pies a cabeza en proporción y clase, ojos verdes y cabello largo y castaño, una diosa; la otra, Lucía, bien a secas, todo en su lugar, pero con un imponente par de tetas que Dios guarde. Lucía tenía lo suyo, sí, pero todos nos lanzamos sobre Martha. Todos, menos Mauricio, que siempre ha tenido una fijación insaciable con las tetas grandes. No se ustedes, pero yo creo que pensar que Martha necesita operarse porque a Mauricio le gustan las mujeres de busto prominente es una verdadera y criminal locura.

Siempre que las cosas no salen como la afición espera, surge el mismo debate: el Barça necesita un ‘9’. Pues yo les digo que el Barça necesita un ‘9’ tanto como Martha necesita un par de tetas más grandes. El Barça no necesita un ‘9’, porque sin uno de esos se ha ganado absolutamente todo y porque también sin uno de esos se concibió y consumó el mejor equipo que se haya visto jamás en un campo de fútbol.

Otra cosa muy distinta es que al Barça le convenga contar con un ‘9’. Martha tal vez no pueda comprarse unas tetas más grandes que se pueda poner y quitar a placer según lo requiera la situación, pero el Barça sí que puede darse el lujo de contar con un delantero centro puro que ofrezca al equipo una importante variante táctica para ser usada en situaciones específicas.

Decir que este Barça necesita un delantero centro puro equivale a decir que el parado del equipo debe ser distinto. Significa cambiar el que con toda seguridad ha sido el acierto táctico más importante de Pep Guardiola desde que tomó las riendas del equipo: poner a Messi en la posición de delantero centro. No, el Barça no necesita un delantero centro, pero sí que podría echar mano de uno de vez en cuando.

Ibra y Eto'o se fueron por no entender que Messi es el mejor
Las opciones para incorporar un '9' son dos: fichar uno de primera línea como Van Persie, Llorente o Falcao, o fichar uno de perfil más bajo que esté dispuesto a chupar banquillo como, por ejemplo, Maxi López. Yo, por supuesto, me inclino más por la segunda, y ahí el abanico de opciones es enorme. Fichar un delantero de primer nivel significa cambiar el parado del equipo y quitar protagonismo a Messi, porque habría que alejarlo de la zona de gol. Craso error. No existe en el orbe un delantero centro puro que sea capaz de anotar más goles que Messi, ni Ibra, ni Eto'o, ni nadie. Luego entonces, insisto, como el Barça no necesita un delantero centro, no tiene tampoco la necesidad de equivocarse sacando a Messi de la zona en la que se siente más cómodo y donde el equipo más lo necesita.

Por cierto, como dato cultural, Villa no se ha muerto.

Gracias y hasta otra.

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miércoles, 11 de abril de 2012

El Hooliganismo y la Defensa del Camp Nou Con Un Par

Los hooligans son la peor versión de un aficionado
La Liga Francesa de Fútbol, la Ligue 1, hoy ha vivido uno de los días más negros de su historia, de esos cuya mancha es perenne. El fútbol está de luto y se viste de negro por la muerte del fútbol mismo. Me explico. Mientras que PSG y Montpellier luchan por el liderato de la tabla codo a codo, el Olympique de Marsella se hunde en la triste mediocridad de la media tabla en una temporada para el olvido. Esto ha propiciado una presión aún mayor, si cabe, por parte de los aficionados radicales del Marsella sobre su equipo, subyugándolo y manejándolo casi a su antojo. El pasado fin de semana el Marsella cedió los tres puntos ante su acérrimo rival, el PSG, que con esa victoria se aupó a la primera posición de la tabla, igualando los puntos de un Montpellier que a su vez tenía un encuentro pendiente para la tarde de hoy miércoles visitando precisamente al Marsella. Si el Montpellier conseguía hacerse con la victoria, volverían a ocupar el liderato de la Ligue 1 en solitario a falta de sólo 7 jornadas para finalizar la liga. Es por esto que los aficionados radicales del Marsella, haciendo uso de la violencia, exigieron a los jugadores de su equipo que permitieran la victoria del Montpellier…  y así fue. El encuentro terminó con un resultado de 1-3 y el Marsella sumó una más a su larga lista de derrotas de esta temporada. Si los esfuerzos de los jugadores del Marsella para evitar la derrota de su equipo fueron sinceros o no nunca lo sabremos, pero la duda sobrevolará a los marselleses por siempre y su historia quedará manchada a merced de la intolerancia y el terrorismo de unos cuantos parias que se hacen llamar aficionados. Hooligans de poca monta es lo que son.

Es nuestra obligación educar a las nuevas generaciones
Que la violencia determine el devenir de una liga profesional es motivo de alarma. Lo que ha pasado hoy en Francia ha pasado en muchas otras de las principales ligas del mundo. El hooliganismo está a la orden del día en países como Inglaterra, Escocia, Italia, España o Argentina, por mencionar algunos. Y en todos estos países se han tomado medidas para tratar de contener y controlar a estos grupos de aficionados radicales, en unos con más éxito que en otros.

El Barça mismo ha sufrido –y sufre– el hooliganismo en carne propia, siendo los Boixos Nois los tristes caudillos de una guerra perdida y sin causa. Los Boixos Nois no son otra cosa que un grupo de pseudoaficionados que confunden el amor por el Barça con su resentimiento social. Inconformes y violentos por definición, negativos y virales por acción, repudiados y relegados por consecuencia. Son la viva imagen de lo que nadie quiere ver en un aficionado. Los Boixos Nois se habían convertido ya en una clara amenaza de seguridad para el Camp Nou y Laporta, en aquel entonces Presidente del Barça, tuvo a bien ser el primer presidente con los cojones suficientes para prohibir el acceso de este grupo de hooligans al Camp Nou. No fue fácil. Laporta y su familia recibieron constantes amenazas por parte de los Boixos Nois, tanto que el President y su familia tuvieron que ser sujetos a una vigilancia constante para garantizar su seguridad. La casa de Laporta se había convertido en un fortín. A pesar de las amenazas, Laporta se mantuvo firme y el Camp Nou no volvió a sufrir más la violencia de los Boixos Nois.
Escudo de los Boixos Nois

Es curioso entonces, casi inverosímil, que ahora Sandro Rosell, el actual Presidente del Barça, tenga entre sus principales propuestas la creación de la Grada Jove, que no es otra cosa que el reingreso de los Boixos Nois al Camp Nou. Aquello por lo que Laporta luchó con valor, arriesgando el pellejo propio y el de su familia, puede quedar en nada gracias a Rosell y su Grada Jove. Es ingenuo pensar que la economía del Barça necesite de este grupo de hooligans venidos a menos para sostenerse. ¿Por qué entonces Rosell tiene interés en readmitir a estos criminales en el Camp Nou? Uno no puede evitar pensar que, a diferencia de Laporta, Rosell no ha tenido los tamaños para aguantar las presiones y amenazas recibidas por los Boixos Nois. “Amb pabrots, Sandro! Amb pabrots!”, le estaría gritando Laporta a Rosell si lo tuviera en frente, ya que la única forma de defender el Camp Nou, nuestra casa, es así: con un par.

Gracias y hasta otra.

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