Cada año el debate por el Balón de Oro es inevitable. Si la
superioridad de un jugador es tal que no existe debate alguno, la prensa misma
se encargará de crearlo. La polémica del rojo sangre es la mejor de las
vendedoras.
En esta ocasión Cristiano Ronaldo y su entorno se lo
han puesto fácil a la prensa, ya que desde esa trinchera es de donde se está
generando el debate, alegando que es el portugués, y no el argentino Lionel Messi, quien debe recibir el
prestigioso premio. Los argumentos han ido desde un burlón Ronald Koeman diciendo que Cristano
debe ganar el Balón de Oro
“porque Messi ya tiene muchos” hasta
un contundente José Mourinho
asegurando que “sería un crimen” no darle el premio a su compatriota y pupilo.
Messi se lleva bien con el Balón de Oro. |
Por su parte, el entorno de Messi se ha preocupado más bien poco de
crear debate al respecto, y la explicación es muy sencilla: dado que Messi es quien lleva la evidente
ventaja en la reyerta, no tiene ni interés ni necesidad de crear y participar
en un debate a este respecto. ¿A quién le interesa más el debate en una
contienda electoral? Al candidato que está detrás en las preferencias de los
votantes, evidentemente. En la actual carrera por el Balón de Oro sucede lo mismo.
Son muchos los que aseguran que
aquel Balón de Oro posterior al Mundial de Sudáfrica 2010, peleado por Xavi, Iniesta y Messi, hubiera
sido ganado por un jugador español de haberse presentado sólo un candidato de
ese país en el trío de finalistas, alegando que la votación influenciada por la
consecución de la Copa del Mundo por
parte de España fue fraccionada
entre el de Fuentealbilla
y el de Terrassa. Al final,
fue Messi quien se llevó el gato al
agua.
Cristiano lo tiene claro: el enemigo está en casa. |
Con semejante antecedente, parece
válido pensar que las declaraciones de Albiol,
denunciando la existencia de “una campaña en contra de Casillas por el Balón de Oro”,
son ciertas. Si existe tal campaña, lógica en mano, será proveniente del
entorno de Cristiano Ronaldo, ya que
la candidatura del portero y capitán del Real
Madrid puede fraccionar la decisión de aquellos que consideren los logros
del equipo blanco como un elemento clave para la emisión de su voto.
Al final, más allá de las
estrategias de tinte pre-electoral y los debates de sobra, si la cordura
impera, el Balón de Oro irá a parar
por cuarta ocasión consecutiva a la vitrina de trofeos de Leo Messi. Todavía queda espacio para muchos más.
Gracias y hasta otra.
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